CARTAS DE GRATITUD POR EL LIBRO “YO NO PEDÍ SER ORO”

lunes, 9 de agosto de 2010



Aunque el libro “Yo no pedí ser oro” salió a la luz en el año 1998, en su primera edición. A lo largo de estos años hemos recibido y seguimos recepcionando testimonios de personas que por la gracia de Dios fueron consoladas con este libro en distintos países.

Publicamos algunos de estos testimonios, con una inmensa gratitud.
En primer lugar a Dios, quien nos permitió experimentar su amor, fortaleza y consuelo en tiempos difíciles. Y en segundo lugar a nuestros lectores.

 


PRIMER TESTIMONIO

Querida Patricia

Soy Giovanna Lazzerini de Oliva, pertenezco desde hace once años a la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera Cordillera, en el sector de Las Condes, ciudad de Santiago, Chile.

Soy una buena lectora y para cada una de mis vacaciones suelo llevar 4 o más libros. Este año alguien estaba devolviendo el libro YO NO PEDÍ SER ORO, en la Biblioteca, mientras yo estaba sacando otros varios y cuando leí el título me sentí identificada. Lo tomé prestado y me lo leí en un día. Me encantó.



 Me identificó. Sentí que tenía un alma gemela que frente a las circunstancias se hizo las mismas preguntas, actuó de la misma manera y obtuvo la misma victoria. Te escribo para felicitarte por el tema que elegiste, por el título, por tu honestidad y transparencia, por tu voluntad y valor. Simplemente me encantó tu libro entero, completo, lo hubiese subrayado y habría hecho mis propias notas si hubiese sido mío. Trabajo mucho para la iglesia y con mucha pasión y no me queda mucho tiempo para mí, ahora además estoy tomando un curso, pero de todas formas he pensado en volver a pedirlo prestado en biblioteca para poder saborearlo de modo distinto. Es uno de los libros que más me ha gustado. Eres una bellísima persona, tan profunda. Yo también he tenido experiencias como las tuyas, también el Señor me ha enviado a “la mujer alta” y a otros muchos amigos como los que mencionas.

En fin, recibe mis más sinceras felicitaciones. Yo suelo orar por los autores de los libros que leo y por los compositores y músicos de los casetes que escucho porque ellos me enseñan, me muestran a Dios desde otra faceta. Mis oraciones te acompañan

Un abrazo desde la distancia

Giovanna

(Giovanna Lazzerini de Oliva)

Santiago de Chile

21 de Marzo del 2001.



SEGUNDO TESTIMONIO

Querida Patricia:

Quisiera saludarte y agradecer a Dios por haber permitido que vivieras todas estas experiencias que relatas en tu libro YO NO PEDÍ SER ORO. Estoy leyéndolo por segunda vez y no me dejo de sorprender con el trato de Dios con sus hijos, en especial cono nosotras las esposas de los siervos de Dios. Es un libro que ha edificado y bendecido mucho mi vida sobre todo el que haya llegado a mis manos en un tiempo tan especial de Dios conmigo, en más de una ocasión he detenido mi lectura para expresar a Dios lo que siente mi corazón al leer esas hermosas líneas, que en realidad los momentos difíciles que has vivido han tenido una razón que no entendemos en el momento inmediato pero que al tiempo miramos hacia atrás y nos damos cuenta que no sabemos como los pudimos resistir, solamente la Gracia y el Amor de Dios nos pudo sostener.

Quiero decirte también que te admiro mucho, entre tus líneas escritas descubro una mujer sensible pero a la vez fuerte en Dios, que es capaz de refugiarse y descansar en el Señor a pesar de sus temores y cuestionamientos.

Me gustaría sugerirte que escribieras más libros acerca de nosotras las mujeres, esposas de Pastor, sus luchas, sacrificios, sus victorias y derrotas.

No quiero irme sin volver a decirte que tu libro, inspirado por Dios ha sido de gran bendición para mi vida y para mis mujeres con las cuales estudio la Biblia y con quienes he compartido lo que Dios me ha enseñado a través tuyo.

Con cariño

Marcela Haro de Chiok

Calama-Chile.

(30 Octubre del 2002)



TERCER TESTIMONIO

Estimada hermana Patty:

La saludo en el nombre de nuestro Señor, esperando que se encuentre bien de salud con su familia realizando el ministerio que Dios le ha encomendado.

Yo por aquí, en Ayacucho gracias a Dios me encuentro bien. Mi llegada aquí tenía muchas expectativas y temores que gracias al Señor, él me ha estado dirigiendo y disipando. Ahora me encuentro realizando un ministerio arduo. Trabajo con gente que no conoce a Jesús, a quien debo evangelizar y con creyentes a quien debo discipular. Tanto a unos como a otros debo capacitar y ruego sus oraciones para que el Señor me dé toda capacidad, autoridad y habilidad para realizarlo.

He tenido momentos de mucha nostalgia, pero algo que me sirvió fue su libro, al leer YO NO PEDÍ SER ORO, me identifiqué tremendamente con su situación y pruebas que usted vivió en Arequipa, me fue fácil reconocer mis temores, frustraciones y desánimos delante del Señor y quebrantarme y él fue fiel al responderme a través de su palabra, tuve que estar más tiempo delante del Señor y eso me fortaleció grandemente. He hallado que de él obtengo la compañía en este lugar totalmente nuevo para mí. Mi comunión gracias a ello se ha visto fortalecida. Ahora sé que Dios permitió que un día comprara su libro aún cuando no nos conocíamos, y que no lo leyera sino hasta ahora, nuestro Dios es soberano y sabio en hacer sus planes.

Roxana Olivar

Misionera en Ayacucho-Perú

Alianza Cristiana y Misionera

29 de Enero del 2000.



CUARTO TESTIMONIO

Hermana Patricia:

“Donde hay fe hay amor, donde hay amor, hay paz, donde hay paz está Dios, donde está Dios NO FALTA NADA”.

Hermana Patricia:

Mi nombre es Janet tengo veintiún años y me gusta mucho la lectura. La saludo en el amor del Señor esperando que se encuentre bien al igual que su esposo y los niños.

Quizá le extrañe mi carta pero le explicaré. Hace algún tiempo que mantengo correspondencia con una hermana de Lima, se llama Leandra Zedano y ella me envió un libro titulado YO NO PEDÍ SER ORO, pero para mayor sorpresa cuando lo abro, usted me había dedicado el libro, no lo podía creer-Dios me había bendecido en gran manera y sentí que usted debía saberlo por eso le escribo para agradecerle tan hermosos detalle y tan maravilloso libro, después de leerlo comprendí que, quien se arrodilla ante Dios, sabrá estar de pie ante cualquier circunstancia que le rodee, esa promesa me la mostró usted. ¡Gracias por fortalecer mi fe!

Janet Moreno

Cuba

(25 de Febrero de 1999)



QUINTO TESTIMONIO

El libro YO NO PEDÍ SER ORO es una fuente de bendición donde el amor del Padre vigila y guarda a los que son suyos en medio de las circunstancias de nuestra peregrinación.

Mario Harcourt

Pastor C.C. El Elyon Ministerios.

(Estas palabras las escribió un pastor que conocí en el año 2004 en un evento de “Comunicaciones”, después de que me contara que el libro había sido de mucha bendición para él y para su esposa)



SEXTO TESTIMONIO

Patricia:

Sé que la edición de tu libro YO NO PEDÍ SER ORO FUE EN EL AÑO 1998, PERO MÁS VALE TARDE QUE NUNCA, HOY MIÉRCOLES 4 DE Setiembre leí el libro, por cierto me parece fantástico, excelente; no sólo por el contenido espiritual, que sin dudar es el propósito, sino como obra literaria.

Mis felicitaciones no sólo se remiten a este aspecto, sino por la razón que Dios te escogió para ser el objeto de Su amor, gracia y fidelidad, haber sido digna de su mirada. Creo que después de la lucha que sostuvieron como familia pueden decir “En Cristo somos más que vencedores”, no sé si cantaron o no esa canción, pero refleja la victoria conseguida enb la cruz por Jesucristo a quien sirven con fidelidad.

Ha sido refrescante y reconfortante leer el libro. Me conmovió hasta las lágrimas, por un lado conocer lo profundo de vuestros sufrimientos y el despliegue del poder sobrenatural del buen Dios que tenemos, poder que está a nuestro alcance.

Qué bueno saber que en el lugar que estemos Dios pone a su lado a su pueblo para consolarnos, bendecidnos y mostrarnos Su amor. Recuerdo que yo oré una que otra vez por ustedes en el tiempo que vivían en Arequipa, pero no supe cuán grande era vuestro dolor, lo cual me constriñe a seguir haciendo lo que hacía cuando era encargada de Misiones en Jesús María: orar por los pastores que apoya mi iglesia local, esta es Callao.

Sé que Dios seguirá bendiciendo tu vida, familia y hogar.

Dios te bendiga

Un abrazo

Julia Euribe

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