JESÚS, EL REY QUE VIENE

miércoles, 28 de diciembre de 2011




“JESÚS, EL REY QUE VIENE”

Por Patricia Adrianzén de Vergara





En estas fechas abundan los símbolos de la Navidad: el árbol, la estrella, el nacimiento, los reyes magos, el pesebre, las luces, y hasta muñecos de nieve en culturas donde no cae un copo en esta época. Pienso que deberíamos añadir un símbolo mucho más importante: una corona. Pues la navidad significa antes que nada el nacimiento de un Rey.



En el año 2000 tuve la oportunidad de estar en Inglaterra y pude comprobar lo que es una cultura arraigada en la monarquía. La corona inglesa es prácticamente el símbolo del país. El rostro de la reina madre está en todas partes (en vasos, platos, lapiceros, pastilleros, pañuelos, carteras, polos, etc.) El emblema de la corona adorna el tapiz de las paredes y las alfombras. Existen museos llenos de joyas, coronas y cetros que han pasado de generación en generación.



Dependiendo del lugar y la cultura, existen diversas formas de celebración del nacimiento de un heredero al trono. Generalmente, cuando nacía un rey, el pueblo estaba a la expectativa. Se disponía todo minuciosamente para una gran celebración. La gente se regocijaba y el anuncio del nacimiento del heredero al trono trascendía las fronteras de su reino.



El nacimiento de nuestro Rey también fue anunciado. Las profecías mesiánicas nos hablan del nacimiento de un niño y a la vez que ese niño sería un Rey poderoso, cuyo imperio no tendrá fin ni límites. Lo que muchos olvidan en Navidad, es que esas profecías anuncian tanto su nacimiento como su reinado y se quedan con la imagen de un niño indefenso y tierno.



Isaías por ejemplo profetizó:

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.


Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límites, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto”. (Isaías 9:6-7)





En muchos lugares de la profecía hay un salto cronológico de muchos siglos para el cumplimiento de una parte de ella. Vamos a encontrar este salto entre los versículos 6 y 7 del texto de Isaías citado. El vs 6 se cumplió con el nacimiento terrenal de Jesús: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz.



El vs 7 en cambio está en proceso y por cumplirse: “Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límites, sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto”. (Isaías 9:6-7)



Del mismo modo sucede con la profecía de Zacarías capítulo 9, hay un salto cronológico para el cumplimiento de los acontecimientos de los vs 9 y 10.



“Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.






Y de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra”. (Zacarías 9:9-10)







A la luz de estas profecías les propongo contemplar por un instante a ese niño del pesebre como lo presentan las escrituras: como Rey.



1) Un rey diferente: Todos conocemos las circunstancias del nacimiento de Jesús que año a año recordamos en la Navidad. No había para ellos lugar en el mesón, “Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón”... (Lucas 2:7)



A pesar que era un Rey, Jesús no tuvo una cuna de oro, ni siquiera un buen colchón donde reposar al nacer, sino un pesebre, un comedero de animales hecho de piedra fría. No tuvo buenas condiciones higiénicas, nació en un establo, donde nacería un esclavo no un rey.



Jesús siendo el rey, nació como un siervo. Su nacimiento nos revela la naturaleza de su misión al venir a este mundo. “El vino para servir y dar su vida en rescate por muchos”. (Marcos 10:45)



Nació de la manera más humilde, sin embargo su nacimiento debería ser anunciado al mundo por eso estuvo rodeado también de manifestaciones sobrenaturales: como el ángel que anuncia a los pastores las buenas nuevas del nacimiento de un Salvador y la multitud de huestes celestiales que alaban a Dios. (Lucas 2:7-14) Isaías había dicho: “Un niño nos es nacido, hijo nos es dado” y el ángel anuncia “Que os ha nacido hoy en la ciudad de David, un Salvador”.



Estas palabras revelan el misterio de la dádiva de Dios, del regalo de Dios: “no es nacido” “nos es dado” es decir para nosotros, para nuestro provecho, para nuestra salvación. El ángel en el evangelio de Lucas repite “os ha nacido a ustedes”.



La frase “Un niño nos es nacido”: habla del misterio de la encarnación “Y aquel Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad”. (Jn 1:14)



Aunque sería muy difícil comprender como la plenitud de la naturaleza divina habitaría en un cuerpecito tan pequeño así sucedió, dice el apóstol Pablo:



“el cual siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”. (Fil 2:6-8).



Con la encarnación, Jesús quiso identificarse con el ser humano en el dolor, las penas, el sufrimiento, los conflictos, etc. Padeciendo como nosotros, siendo tentado como nosotros, pero sin pecado para luego ser nuestro mediador y sacerdote, nuestro Salvador.



Este es el misterio de la navidad. El mejor regalo: el Salvador del mundo, dado a los hombres por amor. Un Rey que no vino a este mundo a reclamar sus derechos sino a morir por él. Un Rey humilde, diferente, como Él se definió a sí mismo: “Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón.” (Mateo 11:29)



2) Un rey de paz: Lo dice la profecía que hemos registrado en Isaías 9:6-7. Jesús es el “Príncipe de paz” y “Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrá límite, sobre el trono de David y sobre su reino”.



Paz en hebreo significa tanto tranquilidad como prosperidad. Solamente a través de una relación personal con Jesús podemos disfrutar esa tranquilidad de espíritu, porque la paz procede de Dios y está en nosotros el aceptarla y conservarla. Jesús nos aseguró que esta vida podíamos disfrutar de esa paz: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo” (Juan 14:27). Innumerables veces me he repetido a mí misma estas palabras cuando sentía que mi vida se tambaleaba. Y he comprobado que su paz es efectiva.



Pero además como “Príncipe de paz” se asegura que Cristo tendrá un gobierno, un señorío que tiene estas características: tranquilidad y prosperidad, una perfecta paz.



Esta paz fue anunciada también por el profeta Zacarías 9:9-10:



“Alégrate mucho hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.


Y de Efraín destruiré los carros, y los caballos de Jerusalén, y los arcos de guerra serán quebrados; y hablará paz a las naciones, y su señorío será de mar a mar, y desde el río hasta los fines de la tierra”. Zacarías 9:9-10:



Históricamente ubicamos una parte del cumplimiento de esta profecía en la entrada triunfal a Jerusalén.: “y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó encima”. (Mateo 21:7-11)



Zacarías lo ve venir justo, victorioso y humilde. “Cabalgando sobre un asno” da a entender que viene en mansedumbre y en son de paz. Contrasta con Apocalipsis 9:11 cuando Cristo en su segunda venida, aparecerá montado sobre un caballo blanco.



El cumplimiento de la segunda parte de la profecía de Zacarías que acabamos de leer, de paz universal se dará en la segunda venida de Cristo.







Sabemos que vivimos en un mundo en conflicto, la guerra se ha desatado en nuestro mundo y las cosas van a empeorar. La carrera armamentista de los países ha degenerado en otros tipos de armas mortíferas con la tecnología. El respeto por la vida y los derechos humanos se ha perdido. La violencia ha tomado todas las formas imaginables y aún ha superado a la ficción. Sin ánimo de parecer pesimistas, a la luz de las escrituras, podemos comprender que todo esto estaba profetizado. El hombre por sí mismo jamás podrá lograr la paz. La paz universal que todos anhelamos solamente se va a dar en su reino milenario



Todos los armamentos serán destruidos como anuncia Zacarías, (vs 10) algo que las naciones son incapaces de llevar a cabo. “Y los arcos de guerra serán quebrados”. ¿Por qué no se enseña esta doctrina en las iglesias si está claramente tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento? ¿Por qué solamente se enfatiza la Navidad y no se provee la esperanza de un futuro retorno del Rey de paz?



Como anunciara Isaías “lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límites”. Será un imperio de paz ilimitada, pues gobernará con amor y no habrá peligro que esa paz sea turbada.



3) Un rey justo:

Isaías 9: 7 dice: “disponiéndolo y confirmándolo en justicia y en juicio para siempre”: significa que su gobierno será administrado con prudencia y equidad.



Zacarías vs 9: “He aquí tu rey vendrá a ti justo y salvador”: la idea de Zacarías era que él vendría a corregir todas las injusticias. ¡Cuánto anhelamos la justicia!



Sin embargo la justicia que vino a cumplir este Rey en el mundo trasciende cualquier acto de justicia humana, pues él fue el único que pudo satisfacer la justicia de Dios.



Que sea “Justo” es una de las características del siervo sufriente del Señor

Isaías 53:11-12 dice: “Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos”...



Jesús se sometió a las demandas de la justicia de Dios por nosotros. Murió como un malhechor sin haber cometido pecado y pagó nuestras iniquidades. El vino a dar su vida en rescate por muchos. El mismo es justo y de su justicia todos hemos recibido.



Isaías 32:1: anuncia también a un rey justo: “He aquí que para justicia reinará un rey”...



Jeremías 23:5,6: “He aquí vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra”.



Jesús es nuestra justicia, como lo anunciaron los profetas y como lo confirma también el Nuevo Testamento.



4) Un Rey que quiere reinar en ti: El regalo de la navidad es este Rey para tu vida. Para que reine en tu corazón en tu vida terrenal y para que reines con él en la eternidad. Jesús tiene un reinado espiritual en los corazones y las vidas de todos los que creen en él y le aceptan. El constantemente invitaba con sus palabras a que lo recibieran en sus corazones y creyeran en él:



“Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. Mas os he dicho, que aunque me habéis visto no creéis. Todo lo que el Padre me da vendrá a mí; y al que a mí viene no lo echo fuera” (Juan 6:35-37)



“Si alguno tiene sed venga a mí y beba. El que cree en mí como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva." (Juan 7:37)



“Yo soy la puerta, el que por mi entrare será salvo; y entrará y saldrá y hallará pastos” (Juan 10:9)



El quiere compartir su reinado universal con nosotros.

¿No es acaso lo que necesitamos en estos tiempos? Un Rey diferente, un Rey de paz, un Rey justo, un Rey que tenga un reinado espiritual sobre nuestras vidas. Un Rey humilde que estuvo dispuesto a identificarse plenamente con el hombre para luego dar su vida por nosotros.



Las profecías describen ambas venidas de Cristo. Su nacimiento y su reinado.

Así como el nacimiento de Jesús fue anunciado por años y sólo algunos tuvieron el privilegio de verlo y creer; la segunda venida de Cristo, nuestro Rey, también ha sido anunciada, pero el mundo no se está preparando para recibir a su Rey justo, a su Rey de paz.



No rechaces su reinado espiritual en tu vida. Jesús, el niño que nació en un pesebre es el Rey que viene. Prepárate para recibirlo.


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Y DIOS NOS HIZO MUJERES

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Y DIOS ME HIZO MUJER



Y dios me hizo mujer,

De pelo largo

Ojos,

Nariz y boca de mujer.

Con curvas

Y pliegues

Y suaves hondonadas

Y me cavó por dentro,

Me hizo un taller de seres humanos.

Tejió delicadamente mis nervios

Y balanceó con cuidado

El número de mis hormonas.

Compuso mi sangre

Y me inyectó con ella

Para que irrigara

todo mi cuerpo;

nacieron así las ideas,

los sueños,

el instinto.

Todo lo que creó suavemente

A martillazos de soplidos

Y taladrazos de amor,

Las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días

Por las que me levanto orgullosa

Todas las mañanas

Y bendigo mi sexo.



(Gioconda Belli. Poeta nicaragüense)


Esta fin de semana tuve la oportunidad de abrazar a muchas mujeres. Luego de unas conferencias que di sobre la Vergüenza, el Temor y la Depresión. Pude sentir así la fuerza y la vulnerabilidad, la entereza de carácter y la fragilidad, la fortaleza de muchas mujeres que sufrieron abuso, desprecio, maltrato, pero que no se habían dejado doblegar por la vida aunque sus emociones fueran afectadas.

Entonces recordé el poema de Gioconda Belli, que describe perfectamente nuestra naturaleza física y psicológica surgidas de la mano de un Creador.

Recomiendo leer a esta poeta con la cual nos podemos identificar plenamente. Y por supuesto seguir siendo solidarias y luchar juntas por el honor y la dignidad de nuestro sexo.

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El negro como personaje en la narrativa peruana. De la marginalidad al protagonismo

jueves, 20 de octubre de 2011

Por Patricia Adrianzén de Vergara

Esta semana leí el primer capítulo de la novela “Malambo” de Lucía Charún Illescas. Una novela ambientada en la época de la colonia en el tiempo de la trata de esclavos. No conocía a la autora y se me hace muy difícil de creer que no podamos encontrar fácilmente en nuestro país, un ejemplar de una novela de tan alta calidad literaria y con un tema tan pertinente para nuestra historia como país y sociedad.







Aparte de “Matalaché”, tal vez el primer antecedente que conocía en la narrativa peruana donde el negro es tratado como personaje literario, recordé “Monólogo desde las tinieblas” libro de relatos breves de Antonio Gálvez Ronceros, cuya primera edición fue en el año 1975. Para quienes no conocen este libro, resulta una lectura deliciosa. El autor procede de Chincha, de la zona rural así que describe el habla, el mundo, los usos y las costumbres del negro campesino.

Copio para ustedes una palabras de la tapa del libro: “A través de los diecisiete cuentos que conforman este libro, la imagen de la negritud afincada exclusivamente en el negro campesino, está construida por la presencia constante del espíritu del habla del negro del campo, por esa hermosa naturalidad con que actúa cotidianamente, por el clima extraño con que impregna más de una de sus creencias y por esa simple sabiduría suya, patrimonio de los hombres sencillos y humildes. Teniendo como contexto su particular mundo de árboles, animales, y un sol que alumbra desde un cielo sin reservas, el personaje se moviliza en una atmósfera de situaciones en las que la gracia, el humor, la ironía, la cólera, la sabiduría, la tristeza, el miedo y también la dura supervivencia conforman un fresco de riqueza vivaz y rotunda…

Así Antonio Gálvez Ronceros revela la insospechada identidad de otro hombre a quien se ignora como si profiriera su voz desde las tinieblas”.







Cabe destacar la rigurosidad del trabajo lingüístico de Antonio Gálvez Ronceros al retratar fielmente el habla del campesino negro, y su destreza en el manejo del relato breve. Y en cuanto a contenido como ya se ha mencionado el humor, la gracia y la ironía se conjugan con el miedo, la tristeza y las vicisitudes de la vida cotidiana.

Muchos años después descubro a Lucía Charún Illescas, también peruana, quien al igual que Antonio Gálvez Ronceros, elige diseñar personajes de su contexto. Y nos hace entrega de una novela donde presenta dos mundos contrastados: Malambo (un barrio de gente marginal) y la ciudad de los Reyes, separados por el Río Rímac, el río hablador.



Para muestra un botón, de la calidad poética de la autora en la descripción de estos dos mundos:



“Aunque tengan la apariencia mansa, esas aguas saben desbordarse a gritos. Durante las crecidas del verano, entran arrastrando lodos al pedregal del leprosario y se escurren confundidas, tintas en sangre, por entre los cadáveres de los animales sacrificados en el matadero de Malambo, el rincón de los negros de Lima: asiento y reparo de los taytas Minas, los ancianos Angolas y Mandingas y las cofradías de Congos y Mondongos. En Malambo, el Rímac se codea orondo entre libertos, cimarrones y esclavos de mala entrada que lo escuchan desconfiados pero que, al enterarse de lo que cuenta, le van aprendiendo las mañas del habla. Porque a veces el río se hace el remolón. Haraganeando se detiene a conversar en las acequias y los charcos, al sesgo de los recovecos polvorientos y los callejones tortuosos y salobres de San Lázaro.



En la otra ribera, la del Palacio del Virrey y las casonas con frontispicio de cantería labrada, ventanales y celosías con cortinones de seda, el río se insinúa en adelgazamientos de cauce ordenado por cañerías de arcilla. Unidos a otros manantiales subterráneos corre por la Calle de las Mantas y el Callejón de Petateros, y bajo la Calle de los Judíos, el callejón de los Plateros, de los Bodegones y de los Espaderos, deja atrás el taconeo licencioso de las tapadas en la calle de los Polvos Azules hasta encontrar la fuente de la Plaza Mayor. Quien se detenga a contemplar el borboteo, no podrá evitarse las costumbres del Río Hablador”.



En la lectura de este primer capítulo auguro que la imagen del río Rímac puede llegar a la dimensión de un personaje más, ya que la autora vincula los personajes que va insertando en su novela con el río. Así hace con Tomasón Ballumbrosio, el primer personaje que ingresa a la novela, un negro pintor cuya única libertad que ha conquistado es la de vivir en un cuartucho a orillas del río Rímac pero ya no en la casa de su amo, a quien le da grandes ganancias con su arte.



Estoy expectante de continuar la lectura de esta novela, celebrando que una autora peruana sea la voz de un sector de nuestra sociedad rico en su cultura que ha aportado tanto a nuestra identidad peruana, pero por años ha tenido que luchar contra la marginalidad. Así como José María Arguedas fue la voz realista y tierna del hombre de la Sierra, la voz de Lucía Charún puede conducirnos a descubrir las tremendas injusticias perpetuadas contra la dignidad de estos hombres y mujeres y valorar su mundo, sus luchas y desafíos que enfrentaron desde siglos y sacarnos así de las tinieblas.

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MUJERES BÍBLICAS Y MUJERES DE HOY

viernes, 20 de mayo de 2011

Escribir una serie de libros para mujeres, ha resultado una experiencia muy gratificante. Explorar las experiencias de vida de las mujeres bíblicas y relacionarlas con las experiencias que vivimos las mujeres hoy, ha enriquecido realmente mi vida. Desde Setiembre del 2009 en que sacamos a luz los dos primeros libros: "Amadas" y "Apreciadas" , Keila y yo, nos hemos dedicado a profundizar en la palabra de Dios, trenzando el pasado con el presente, intentando penetrar en la psicología de las mujeres bíblicas, aprendiendo de ellas, sorprendiéndonos de cuanto de nosotras mismas reflejan estas mujeres. Así dimos a luz luego a "Abnegdas" y "Admiradas", libros que rescatan las cualidades de la maternidad. Estos primeros cuatro tomos de la serie "Mujeres valiosas" han llegado a las manos y corazones de muchas lectoras.




Luego Dios puso en mi corazón escribir "Amigas" porque las mujeres construimos relaciones cada día y no podemos vivir sin amigas. Todas necesitamos ser oídas, afirmadas y estar seguras que contamos con alguien para compartir nuestras alegrías y tristezas.

"Amigas" cuenta la historia de cuatro mujeres que se llamaban María, quienes disfrutaron la dicha de ser amigas y seguidoras de Jesús. ¿Sabías que Jesús las honró con su amistad? ¿Qué cualidades de amigas mostraron estas mujeres? ¿Qué experiencias vivieron juntas? ¿Y qué aprendieron de Jesús, el amigo por excelencia? Amigas que compartieron la alegría y el dolor. Que me hicieron recordar a aquellas mujeres que han pasado por mi vida dejando su huella.


Entonces pensamos dar un paso más profundo. Y le pedí a Keila que escribiera "Abrazadas". Porque todas las mujeres necesitamos un abrazo, cuánto más si hemos experimentado el abuso en alguna de sus formas. Las estadísticas en cuanto al tema son escalofriantes; el abuso sexual, emocional, espiritual y financiero es una realidad en nuestra sociedad. ¿Sabes qué dice Dios al respecto? ¿Acaso guarda silencio?
"Abrazadas" cuenta la historia de cuatro mujeres poco conocidas de la Biblia que sufrieron abuso, en base a sus experiencias podemos descubrir el corazón de Dios en cuanto a este tema en sus distintos matices.

Este libro toca las fibras más sensibles de las mujeres y descubrimos que desde tiempos muy antiguos las mujeres tuvimos que aprender a combatir esta lacra como fue el caso de Dina y el abuso sexual, Tamar y el abuso emocional además del sexual, La hija de Jefté y el abuso espiritual, La muchacha endemoniada y el abuso financiero.

¿Cómo se relacionan con el abuso que experimentamos las mujeres hoy? ¿Es posible la restauración? ¿Cómo ayudar en el proceso de la sanidad emocional de la víctima? ¿Puede Dios sanar el corazón de una mujer abusada? ¿Qué nos toca hacer a nosotras?
Keila nos dice: "Amada mujer, sí hay esperanza. Detrás de la nube negra del dolor, se oculta el sol de justicia que brindará sanidad a nuestros corazones. Recorramos juntas estas historias, meditemos en las promesas bíblicas, dejémonos abrazar por Dios".

Nos hemos trazado la meta de continuar con esta serie, sumergiéndonos en el alma de la mujer, es ese viaje íntimo que es escribir un libro para sacar a la superficie aquellas verdades eternas que puedan contribuir a confirmar en cada mujer de hoy el valor y la dignidad que Dios nos confirió desde su eternidad.

Patricia Adrianzén de Vergara


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CARTA DE UNA LECTORA DE "AMIGAS"




El libro “Amigas” guarda en sus páginas una riqueza contundente, tanto por su acuosa investigación, cuyas bases incuestionables tienen como fundamento la Biblia.



Me cautiva, hasta llevarme a ser partícipe activa, no sólo por su conocimiento sino, fortaleciendo mi fe, movilizándome con esperanza y ánimo, por la vigencia de la “Palabra viva”, que no cambia. Además es un indicador valioso, de nuestra madurez espiritual y poder saber, como dice la autora “qué tan efectivas somos en nuestra perseverancia y dedicación a las personas que consideramos nuestras amigas.”



La narración en primera persona, nos acerca a la individualidad de las protagonistas y nos traslada al tiempo y al espacio, permitiendo, que el lector haga un ejercicio obligado de contextualización con la sociedad contemporánea.



Muy interesante e invalorable es la explicación de algunos verbos del griego, idioma en que fue escrito el Nuevo Testamento, para alcanzar una exacta connotación y significado de las palabras. Por ejemplo, cuando nos explica el uso del verbo “oír”, “ekouen”, la autora nos da un alcance muy rico pues en el texto original griego significaba “un presente sin interrupción”. Ella nos dice que esta palabra expresaba continuidad, y en la experiencia de María de Betania, esto significaba, que “María de continuo escuchaba al maestro, ella tenía por costumbre hacerlo.”



En esta primera historia, me gustó también mucho el mensaje tan aleccionador, bondadoso y exhortativo de Patricia, llamando a mantener una relación de calidad, como amigas con nuestras hermanas. Ella nos dice: “No permitas que el tiempo tome la dimensión de la distancia. Construye un puente que llegue al corazón de tu hermana.”



En el caso de María Magdalena, al ver llorar a Jesús por la muerte de Lázaro, nos recuerda, el amor que el Señor tuvo por la humanidad cuando nos dice refiriéndose a Jesús: “la muerte le dolía” expresión muy profunda.



Sin duda, la autora hace gala de su pluma literaria y sentimiento cristiano, al describir el sufrimiento del Señor camino al Gólgota, por su discípula y amiga, María Magdalena. Permite que mi actitud de lectora se vigorice y conmueva con este hecho, que es más que historia, trae consigo el toque de la transformación de vidas.



El propósito de la autora se cumple cuando nos va conduciendo y animando a desarrollar los dones, que fue el estilo de vida en las protagonistas y que las lectoras tienen los elementos para la aplicación de esta pedagogía reflexiva, si así lo decidieran.



Me conmueve ver como la condición de la mujer de esa sociedad, excluida y postergada, retoma su dignidad y valía personal con el toque del compañerismo de Jesús, quien les otorgó el privilegio de ser portadora del mensaje de la resurrección a estas mujeres.



El libro “Amigas” nos convoca, al mismo tiempo, a ser co-protagonistas de la misma misión que tuvieron los personajes en este tiempo y con esta sociedad.





Elsa Chignee Campos

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LIBRO "ABRAZADAS"

martes, 17 de mayo de 2011



Comentario del libro “Abrazadas”

Por Elsa Chignee Campos



Este maravilloso libro tocó las fibras más sensibles de mi alma. Me pregunto. ¿Cómo será en aquellas que han sufrido el abuso? Yo no lo viví, pero a medida que leía el manuscrito, iban desfilando los pequeños rostros de Alicia, Nancy, Teresita, Rebeca, y muchas otras. Ninguna pasaba de los nueve años. Y así mismo, de niños, como Juan Julio, Manuel, Iván quienes fueron rescatados, en nuestro albergue, fundado para este fin y con quienes mantuve una relación personal. Me impresiona el acierto que la autora hace de la problemática, pero lo más rescatable es la solución a ella, que deviene de la Palabra de Dios y es por eso que ofrece consolación esperanza y vidas restauradas.



Situaciones y rostros cercanos, identificadas en la convivencia en nuestro albergue, como expresiones de vida, resultaron más contundentes que las apreciaciones psicológicas de un profesional, en un comienzo. Pudimos entender la causa del dolor, la impotencia del reclamo, y los anhelos de liberación, traducidas en rebeliones y peleas, en pesadillas nocturnas, en constantes escapadas de la escuela y del albergue, como en inapetencias o enuresis nocturnas.



Como refiere la autora muchos libros abordan el tema, pero ¡qué distinto es tener el libro abierto de una vida en crisis! Toda lectura secular, terapéutica en estas especialidades, que abordamos nos dieron parte del conocimiento, al tener inmediata necesidad de buscar, tratamiento a estas vidas en crisis. Pero gracias a Dios que tuvimos el recurso de la oración, y la fe, de saber que la obra de restauración la hace el Señor y en eso confié.



Mientras recorría las páginas de “Abrazadas” despertaba en mi interioridad, la identificación con ese sufrimiento real, que sin ser mío, tangiblemente, lo hice propio por empatía y acompañamiento. Sin embargo, lo más significativo del libro es el mensaje de esperanza, de sanidad, de ese afecto imperativo, prolongado y trascendente, que solo puede darlo el Dios de toda justicia. Quiero creer que nuestro trabajo no fue en vano y que las Alicias abandonadas, que pasaron por mi vida, sean “las jovencitas, hermosas, vestidas con las mejores ropas y de huérfanas hayan pasado a reinas” por la acción maravillosa de Dios, como magistralmente describe Keila Ochoa.



No es fácil ver de cerca a una sociedad dolida, pero sin compromiso, aun a ciertos magistrados insensibles, minimizando el daño, con actitudes que gritan en su interior, “eso se ve todos los días” legitimando conductas reprobables. La razón, es que la restauración de esas vidas resulta muy costosa e implica compromiso e inversión en el sistema y en las personas. Una mirada fría de estos líderes, es que los niños, “no producen” por eso se posterga toda inversión. Como solución final terminan, muchas veces devolviéndolos a los hogares maltratantes, sin comprobar la superación de la crisis.



Este libro, tiene relevancia porque vemos el actuar de Dios lleno de amor y compromiso con las víctimas. Como la autora precisa, si bien Dios no habla directamente del abuso, sin embargo, Dios empieza este proceso pedagógico, dándole un rostro humano a su pueblo. Advertimos, su paciencia interminable, su misericordia entregada por amor, para sellarlo con el abrazo del Padre, que las víctimas anhelan, como el sediento ciervo, que los Salmos nos relatan, cual imagen lacerada por la sed interior.



Allí esta el Padre, dolido, ofreciéndoles restauración de vidas, arrancando los eslabones reincidentes de la esclavitud en cadena, que como un cáncer, repiten lo que hicieron con ellos y ellas. Mas adelante, los lleva a ocupar una “situación privilegiada” nos dice Keila, cambiando en sonrisas los ceños fruncidos, en cánticos nuevos los lutos del alma, como cuando las “raíces son arrancadas de la palmeras, para convertidas en joyas preciosas” ratifica la autora.



Este libro no se puede dejar de leer y hasta tenerlo como un manual de encuentro y consulta, para todos aquellos que trabajan con niños, para todo consejero eclesial y aun más, las puertas de la Iglesia deben aperturarse y no estar clausuradas cuando el delito se comete. Somos los embajadores de Dios para ejercer justicia. Nuestro reto continúa, poniéndonos en la brecha por las víctimas, teniendo una voz actualizada y firme, buscando restauración a las que sufren humillación y les robaron su inocencia tempranamente. Es caminar de la mano, identificadas con la compasión de Jesús.



Gracias Keila porque junto al quebrantamiento que la lectura produjo en mi, también surgió la gratitud inmensa a Dios por las veces que me dirigió en la búsqueda de soluciones de crisis existenciales.





Keila Ochoa Harris (Escritora mexicana)

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PRIMER SEMINARIO DE PACIFICACIÓN BÍBLICA PARA MUJERES

jueves, 7 de abril de 2011





"Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios". (Mateo 5:9)


Estimada lectora:


En nuestra Sociedad a menudo las personas son alentadas a relacionarse entre sí de acuerdo a sus deseos egoístas, o desde una postura individualista, especialmente al enfrentar el conflicto.
¿Te encuentras atrapada en algún conflicto interpersonal? ¿Has descubierto las claves para resolver los conflictos? ¿Anhelas ser usada como un instrumento de paz?¿Quieres experimentar la paz en tu vida personal y en tu familia? ¿Quieres ayudar a construir una cultura de paz?

El libro "Mujeres Pacificadoras" contiene sabiduría práctica y aliento para las mujeres que quieran aprender cómo tornar cualquier conflicto en una oportunidad para construir relaciones profundas y cercanas.

Pero como este libro no edificará solamente tu vida, sino es una oportunidad para compartirlo con otras mujeres. Te invitamos cordialmente a participar del Primer Seminario de Pacificación Bíblica para Mujeres.

Será una cita muy especial para nosotras donde podremos intercambiar nuestras experiencias y necesidades.
Y conversar acerca de los principios bíblicos para fomentar una cultura de paz.

Ven y descubre que juntas podemos forjar una cultura de paz empezando por nosotras mismas. La Biblia nos inspira a amar a Dios con todo nuestro corazón, y a amar a nuestro prójimo como a nosotras mismas aún en medio del conflicto. Como dice el apóstol Santiago: "El fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen la paz". (Stgo 3:18)


Queremos que tengas la seguridad que aún hoy es posible experimentar el Shalom de Dios. La palabra hebrea para paz, shalom, es una palabra rica que encierra la idea de ir más allá que la ausencia de conflicto. Donde está shalom, la vida es buena y sana. Shalom es a menudo descrito de acuerdo al modelo triple de:
Paz con Dios, Paz con otros y Paz interna. Y esa paz integral es la que anhelamos que disfrutes.

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LECTORAS ESPERAN PUBLICACIÓN DEL LIBRO "AMIGAS"

jueves, 10 de marzo de 2011




Este libro “Amigas” por el acercamiento que hace la autora de su contenido, no sólo nos augura el deleite de su estilo literario, que la autora nos tiene acostumbrados. Sin duda, será el espejo indicador, que refleje, que tan buenas “amigas” somos. Descubro, en esta breve descripción, que el origen para ser realmente “Amigas”, tenemos que poner nuestro fundamento en Jesús, como las protagonistas lo hicieron.

La autora nos dice: “ respondieron a esa gracia y misericordia con una actitud de gratitud y consagración. Todas ellas se convirtieron en fieles seguidoras del maestro y le servían. Esto explica, la entrega, el mirar a la otra como a si misma, la continuidad que les hace ser UNA en Cristo y el servicio a su prójimo. Son estos elementos que Patricia, los precisa como los lazos indisolubles de los valores de la verdadera amistad. Desde ya, espero con mucha expectativa este libro que nos permitirá seguir descubriendo más, como llegar a ser una buena amiga.

Elsa Chigne



Espero "Amigas" ya que "Amadas" es un libro precioso que me ayudó a aumentar mi fe y reflexionar. Ahora estoy segura que en los momentos difíciles Dios siempre está conmigo.

Gladys Quispitongo

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DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

martes, 8 de marzo de 2011

MUJER DIGNA

Al celebrar un año más el día Internacional de la Mujer, pienso no solamente en la importancia de reconocer el valor de nuestro género, sino me parece importante preguntar a cada mujer si está segura de su valor y dignidad como persona.

Todas sabemos que la mujer ha tenido que luchar por reinvindicar sus derechos en muchos ámbitos de la sociedad. Así consiguió su derecho al voto (1870-1945) y luego su derecho a la educación. Se ha opuesto frontalmente al autoritarismo y ha derribado jerarquías e injusticias. Ahora ha asumido nuevos roles y mayor participación en las decisiones de la sociedad. Ha ingresado masivamente al campo laboral demostrando su capacidad y al marco de competitividad de género. Podemos decir que en el mundo occidental la mujer ha conquistado el espacio que en la sociedad se merece. Aunque en otras sociedades lamentablemente la mujer sigue en un estado esclavitud, dominada por conductas y actitudes que merman su libertad y su plena realización.
  
En Latinoamérica, no podemos todavía cantar victoria.  Vivimos en una sociedad predominantemente machista, los altos índices de violencia familiar lo confirman. Pero muchos hombres también están cambiando su manera de ver a la mujer aunque les cuesta luchar contra sus micromachismos.
Mujer ¿cómo te defines a ti misma?

El tema de la autoestima es crucial para la mujer ya que de ella depende la salud emocional de la familia. Si nosotras estamos bien y tenemos un sentimiento de aprecio, de satisfacción, de valoración de nosotras mismas vamos a influenciar positivamente a nuestra familia. Por el contrario si no hemos aprendido a valorarnos y en secreto nos sentimos inconforme de lo que somos vamos a sentirnos frustradas e infelices y de alguna manera eso va a influenciar también en nuestro entorno.
Una mujer que se sabe y siente valiosa va a inspirar a otras mujeres y va a trazarse y lograr sus metas.

Construir una autoestima sana no es fácil, sobre todo cuando la realidad choca con nuestras expectativas. Cuando las condiciones en las que vivimos, las circunstancias que enfrentamos se levantan como un obstáculo. Cuando hemos sufrido. Cuando cargamos a rastras un pasado doloroso o que nos avergüenza. No siempre vamos a poder cambiar las condiciones externas. Si las condiciones externas limitan, el cambio tiene que darse en nosotras, Mujer tú eres quien escribe tu historia. No te dejes vencer. Y recuerda que hay un Dios que te creó a su imagen que te ama incondicionalmente.

Estaba recordando una escena de las Escrituras de una mujer que tenía "todas las de perder". La habían descubierto en una terrible falta que no era perdonada por esa sociedad. Pero no se trataba solamente de castigarla, sino que quisieron aprovecharse de su situación. En otras palabras, esta mujer fue "usada" por todos y nadie consideró su dignidad.
 
Permíteme contarte su historia. No sé si alguna circunstancia de tu vida se asemeje al trato que ella recibió de sus contemporáneos, pero déjame decirte que quien la rescató de su situación de miseria, está dispuesto también hoy a tenderte la mano sea cual sea tu situación dolorosa. 


Piedras avergonzadas





“Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿Dónde están los que te acusan? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno, vete y no peques más.” (Juan 8:10-11)



Una mujer es arrastrada por las calles. Semidesnuda, cubierta sólo por su vergüenza. Ha sido sorprendida en el acto de adulterio y existe una antigua ley que estipula su muerte. No sabemos cuánto tiempo lleva en esta condición. Si fueron meses, años que vive atrapada por sus emociones o si es hace poco que su corazón cedió a la tentación. Tal vez jamás imaginó ser descubierta, tal vez jamás se detuvo a pensar todo lo que arriesgaba o tiraba por la borda ¿una familia?, ¿esposo?, ¿hijos?, ¿prestigio, estabilidad?, ¿una conciencia limpia? ¿Dónde está el hombre que juró amarla? ¿Por qué no está a su lado enfrentando el mismo juicio? ¿Es que acaso huyó?

Una mujer es arrastrada por las calles. Llevada a la fuerza, pasada de mano en mano como si se tratara de un guiñapo y arrojada a los pies de un hombre. No saben que Aquél tiene un corazón que se conmueve por la miseria humana. Aunque lo disimula bien, pues como si no le importara, escribe algo en el suelo polvoriento. Ella aguarda resignada la condena, a esas alturas ya no cree en la humanidad.

Una mujer sin esperanza piensa que no tiene escapatoria. Cuando escucha que la voz del Maestro desafía a sus acusadores:

-Aquel de ustedes que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.

La mujer se cubre instintivamente la cabeza y el rostro con sus brazos y manos, agazapada en la arena, esperando sentir el primer golpe, cuando escucha que las piedras caen sin dañarla a su alrededor. Mira por el rabillo del ojo y ve que uno a uno sus acusadores se retiran y sólo quedan ella y el Señor frente a frente quien le pregunta:

-Mujer, ¿dónde están? ¿Ya nadie te condena?

Ella dijo:

-Ninguno Señor.

Entonces Jesús le dijo:

-Ni yo te condeno. Vete y no peques más.

Él único que tenía el derecho a condenarla la absolvía. Le daba la libertad, la devolvía a la vida, dándole una nueva oportunidad.

Dios no pone en evidencia nuestros pecados. Tal vez nos ha visto transitar cubiertas sólo por nuestra vergüenza. Ha escuchado nuestros secretos y leído nuestros pensamientos. Sabía perfectamente cuando merecíamos ser castigadas. Pero jamás nos arrastraría por las calles ni nos pondría en evidencia. Porque Él tiene misericordia. Y misericordia es una palabra que tiene un significado especial. En latín se deriva de dos palabras misere (miseria, miserable, desdichado) cardia (corazón) y significa que el corazón se duele por la miseria humana. Así es la misericordia de Dios, se conmueve por nuestra miseria y se acerca a nosotros para rescatarnos de nuestra condición. Sólo Él puede tener esa clemencia y piedad . Solo Él es capaz de levantar nuestro rostro del polvo y abrir nuestros ojos a una realidad diferente. Sólo Él puede devolvernos la dignidad perdida.

Me gusta imaginar el final de esta mujer. Estoy casi segura que Jesús la cubrió con su manto, no la dejó ir desnuda. Aunque ella quería correr y esconderse se detuvo un instante más atrapada por su mirada. ¡Quería decirle tantas cosas! Agradecerle, llorar a sus pies, preguntarle si realmente era el Mesías. Pero no fue necesario, sus palabras habían penetrado en su alma y se sentía otra, Él la volvió a mirar sin ningún reproche e incomprensiblemente volvió a sentirse digna. Su vida valía la pena y tenían una nueva oportunidad, no iba a desperdiciarla.  Él se había enfrentado a todos esos hombres y sin violencia, con una sola frase ganó la batalla para ella.

Ahora ella debía librar la batalla de su propio corazón y construir su futuro. Pero transformada por su gracia.

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UN TROZO DE POESÍA DE LA VIDA MISMA

viernes, 4 de marzo de 2011





PRINCESAS

Mis hijas derraman
Las rutas de sus huellas en la arena

Son cóncavas ternuras
De pasos diminutos e infantiles
Que enrumban hacia un futuro
Que no podré acunar.

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MUJERES PACIFICADORAS




Esperanza Bíblica Para La Resolución De Conflictos

Tara Klena Barthel y Judy Dabler




¿Te ha atrapado la vida en algún conflicto interpersonal? ¿Sabes como preservar tus relaciones? ¿Cómo respondes frente al conflicto? ¿Anhelas ser una mujer de paz?

Ediciones Verbo Vivo publicará próximamente la versión en español del libro "Peace Making Woman". Ya está en imprenta y esperamos que sea de bendición para tu vida y para las personas que te rodean.

PRÓLOGO

Mujeres Pacificadoras es un libro cuyo objetivo es cambiar vidas. Contiene una riqueza de sabiduría y aliento para las mujeres que quieran aprender cómo tornar cualquier conflicto en una oportunidad para construir relaciones profundas y cercanas.
Mis amigas Tara y Judy comparten de su rica experiencia personal. Dios las ha refinado en el horno de sus propios conflictos personales, familiares y profesionales. Como resultado, ellas escriben con una encantadora autenticidad y vulnerabilidad y su enseñanza está adornada con ejemplos cautivantes personales con los que cualquier mujer se puede identificar.
Tara y Judy han ganado experiencia al guiar satisfactoriamente  a cientos de personas a través de muchos tipos de conflictos. Además los lectores podrán aplicar rápidamente los conocimientos y el consejo de Tara y Judy a los conflictos de la vida diaria, ya sea en casa, en la iglesia, en el lugar de trabajo o en esa “temible” reunión familiar.
El punto más fuerte de este libro es el de permanecer constantemente centrado en Cristo. En vez de llamar a las mujeres a trabajar más fuerte en sus propias virtudes, las autoras urgen a las mujeres a descansar completa y confiadamente en la obra redentora de Cristo. El evangelio- las buenas nuevas de que Jesús nos ha salvado de todos nuestros pecados – es tejido en cada aspecto de este modelo de pacificación. Cuanto más los cristianos abracen este modelo, más entenderemos lo que Jesús quería transmitir cuando dijo: “Mi yugo es fácil y ligera mi carga”.
Mujeres Pacificadoras es también absolutamente práctico. Las autoras nos dirigen a una amplia gama de escenarios conflictivos que las mujeres encaran en este complejo mundo actual y proveen pasos detallados y realistas para resolver toda clase de temas personales. Los lectores que reconozcan la profundidad y la practicidad de este libro regresarán una y otra vez para extraer de sus páginas más profundidad y descubrir las muchas joyas de sabiduría que Dios ha plantado aquí.
Prepárese para ser desafiada y animada, convencida e inspirada. Podría encontrarse a sí misma dividida entre querer devorar este libro y necesitar de una pausa para dejar que las verdades penetren. Cuando haya leído hasta el final y haya empezado a practicar lo que ha aprendido, su vida y sus relaciones nunca serán otra vez las mismas.


Ken Sande, presidente
Peacemaker Ministries



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LIBRO "AMIGAS"

lunes, 28 de febrero de 2011




"Amigas" es el nuevo título de la serie "Mujeres Valiosas" de Patricia Adrianzén de Vergara. Luego de la publicación de "Amadas, Apreciadas, Abnegadas y Admiradas". Nuestra mirada se enfoca ahora a valorizar la amistad.


El libro trata de cuatro mujeres con el mismo nombre unidas por el lazo de la amistad. Las cuatro se llamaban María, un nombre muy común en aquella época en el pueblo hebreo, pero estas mujeres, además del nombre compartían muchas otras cosas. Las cuatro tuvieron un encuentro con Jesús en distintos momentos y circunstancias de sus vidas y fueron perdonadas y transformadas por su amor. Las cuatro respondieron a esa gracia y misericordia con una actitud de gratitud y consagración. Todas ellas se convirtieron en fieles seguidoras del maestro y le servían. Una lectura de los evangelios nos permite asegurar que convivieron en la misma época y podemos imaginarlas juntas viviendo experiencias inolvidables, escuchando absortas las enseñanzas del maestro y siendo testigos de milagros que jamás imaginaron. Dos de ellas, María Magdalena y María la esposa de Cleofás, evidenciaron su lealtad al permanecer al pie de la cruz sosteniendo entre sus brazos a la madre de nuestro Señor. Y luego aparecen otra vez juntas el día de la resurrección cuando encontraron la tumba vacía y dialogaron con los ángeles. A María de Betania podemos considerarla, la amiga privilegiada, ya que el Maestro se hospedaba en su casa y era amigo también de su familia. Resulta envidiable la familiaridad que ella disfrutó con Jesús. La cuarta María de este libro, era la madre de Juan Marcos, quien luego sería el autor del segundo evangelio y también tuvo un protagonismo en los primeros años de la iglesia primitiva.


Mujeres amigas que unieron sus fuerzas y sus recursos para servir al Maestro. Cuyo mayor mérito fue que se convirtieron también en discípulas y amigas de Jesús. ¡Amigas de Jesús! Tal vez suene muy pretencioso, pero no es así. Ya que ellas, al igual que los discípulos, disfrutaron del compañerismo del Maestro y aprendieron el valor de una amistad verdadera y única. Seguramente atesoraron su enseñanza cuando escucharon de sus labios: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos”.[1] Pero se quedaron atónitas cuando entendieron que Él cumplió en su persona esta verdad espiritual.


Las cuatro Marías de los evangelios pueden enseñarnos mucho sobre la amistad. Explorar las relaciones de Jesús con los seres humanos, el profundo afecto que sintió por quienes lo seguían es realmente enriquecedor. Las Marías se encuentran entre las privilegiadas que disfrutaron de la amistad del Rey de Reyes y Señor de Señores. Ese hecho debe darnos esperanza a todas nosotras, debe alimentar la convicción del profundo amor que Jesús siente por cada una en particular. No debemos desaprovechar la oportunidad que Él nos provee de ser nuestro amigo. Él ya lo dio todo por nosotras confirmando un pacto de amor eterno.

Al mismo tiempo, la experiencia de estas mujeres, nos anima a evaluarnos, qué tan efectivas somos en nuestra perseverancia y dedicación a las personas que consideramos nuestras amigas. De todas las personas que pasan por nuestra vida, que llegan y se van con el tiempo, tal vez sólo un pequeño grupo se desarrollará en una profunda amistad. Ya que desarrollar una amistad verdadera toman una gran inversión de tiempo y energía. ¿Tienes amigas a las que consideras dignas de ello? Dios me ha dado la bendición de conocer y amar a tantas amigas, que a la hora de dedicar este libro, comprendí que no podría nombrarlas a todas, pero que todas ellas se encontrarían en las descripción que hago de ellas sin necesidad de mencionar sus nombres. Porque de ellas recibí el consuelo, el aliento, la fortaleza, la alegría y todo aquello que  enriquece la vida y aleja la soledad.

 María de Betania, María Magdalena, María la esposa de Cleofás y María la madre de Juan Marcos nos marcan la ruta de la amistad. ¿Cuánto conoces de cada de ellas? El problema es que hoy en día muchos las confunden. Pero las Escrituras hacen una clara distinción de cada una. Porque para Dios es importante nuestra individualidad. Ellas tuvieron el privilegio que sus nombres fueran registrados en las Escrituras, y nosotras tenemos el privilegio a aprender de sus experiencias. Permitamos que sean ellas quienes se presenten y aclaren nuestras dudas.


Espero tener listo este libro para semana santa o a más tardar para el mes de Mayo. Mientras tanto te pido "Amiga" que ores por mí para que Dios me siga guiando a descubrir sus preciosas verdades y compartirlas con muchas mujeres más a través de la palabra escrita.




[1] Santa Biblia. Juan 15:13

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GRATITUD

domingo, 16 de enero de 2011

GRATITUD


Señor, “Gracias” es una palabra pequeña.
Demasiado, pequeña para tu grandeza.

Pequeñita para tu bondad.

Pequeñísima para tu misericordia.

Y diminuta para tu fidelidad.



Sin tregua he buscado la palabra

Suplicando el auxilio de sinónimos

Navegando en diccionarios y hasta

Ilusa me perdí en otros idiomas

sin hallar



La palabra sonora, palpitante,

La palabra unánime que pueda expresar

La gratitud de la humanidad



Mínimo ser frente a la constelación

De tus bondades

Abrumada no pude fabricar la palabra

Que exprese la gratitud que crece

En un corazón que se topó contigo

Y que seguirá caminando por la vida

Debiéndotelo todo.





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